Desde su lanzamiento en noviembre de 2023, ChatGPT no ha dejado de dar de que hablar, y no solamente por su abrumadora capacidad para mantener conversaciones fluidas con los usuarios. Una de las preguntas más frecuentes que surgieron tras su llegada era de qué forma el chatbot de OpenAI —y los que otras empresas han ido perfeccionando en los meses siguientes— iba a cambiar la forma de buscar y hacer preguntas en internet. Es decir, si Google Search, que hasta ahora tenía en monopolio casi absoluto de las búsquedas en la web, iba a ser remplazado. En España, es el buscador más popular con diferencia: lo usan el 96% de los usuarios, el 91% a nivel global. A pesar de haber sido la única herramienta durante décadas —tanto que en el lenguaje común es común sustituir la palabra buscar por googlear— en los últimos tiempos los usuarios han empezado a poner en entredicho su eficacia.
Una de las razones es la cantidad de contenidos patrocinados, sitios web spam o de baja calidad impulsados por técnicas de optimización de motores de búsqueda, que, sin embargo, ha minado su credibilidad, según un estudio reciente de investigadores alemanes. En este escenario, no sorprende que se estén empezando a probar varias alternativas ya presentes en el mercado, incluido Gemini, el modelo de inteligencia artificial (IA) que ha sustituido a Bard, el chatbot que Google lanzó a toda prisa para competir con ChatGPT. Algunos de los usuarios más jóvenes, que pertenecen a la generación Z, han comenzado a buscar respuestas incluso en TikTok. Entonces, ¿qué posibilidades tiene efectivamente Google de ser remplazado? ¿Tan bien funcionan los chatbots de IA como buscadores?
Buscadores con IA
Quienes se quieren mantener fieles a Google encontrarán en Gemini su heredero natural, a pesar de que la compañía insiste en la idea que las dos herramientas sean independientes y respondan a dos exigencias diferentes. El modelo, que ha sustituido oficialmente a Bard desde principios de febrero, cuenta con una página web y una aplicación (aunque esta última aún no está disponible en los países de la Unión Europea). El chatbot permite todas las búsquedas que normalmente se destinaban a Search: desde el significado de una palabra, hasta el tiempo que hace en una ciudad, pasando por acontecimientos de actualidad o recetas de comida.
Bing, de Microsoft, también permite búsquedas avanzadas gracias a la implementación de ChatGPT. A la herramienta, que primero fue presentada con el nombre de Bing Chat y luego ha pasado a llamarse Copilot, se puede acceder desde el navegador Microsoft Edge, seleccionando el icono del complemento de IA en la barra de herramientas.
Una opción seguramente menos conocida que está logrando reconocimiento es Preplexity, una startup con un año de vida que ha sido creada por unos ingenieros que trabajaron en la investigación de inteligencia artificial en OpenAI y Meta. Especialistas del campo hablan muy bien en redes de esta herramienta, que ha recibido financiación incluso de Jeff Bezos, presidente y fundador de Amazon. Por los resultados que ofrece, por su interfaz y por la capacidad que tiene de citar fuentes —si se le hace una pregunta sobre un evento de actualidad, además de brindar una respuesta redactada, permite pinchar en las noticias de diarios web—, es probablemente el que más se parece a Google Search.
Igual que Search, estos servicios se pueden utilizar sin pagar, ya que tienen versiones gratuitas que funcionan bien, aunque con algunas limitaciones: por ejemplo, la cantidad de consultas que se puede realizar o dejan de funcionar si el volumen de tráfico es demasiado alto. Para olvidarse de estas restricciones, los usuarios pueden elegir subscribirse. Gemini, Copilot y Perplexity han lanzado unos programas premium al precio de 20 dólares al mes (el mismo precio que cuesta ChatGPT 4, la versión más avanzada del chatbot de OpenAI).
Cómo usarlos
En lugar de escribir una serie de palabras clave, como es costumbre en Google, las consultas en los buscadores con IA son más provechosas si se hacen como pregunta, especialmente cuando estas empiezan con las fórmulas “qué es” o “cómo hacer”. Perplexity aconseja utilizar un lenguaje natural y cotidiano, y permite a través de la herramienta “Discover” acceder a consultas populares —normalmente ligadas a la actualidad informativa— que han hecho otros usuarios. A igual que ChatGPT, estos buscadores permiten volver a preguntar o afinar la búsqueda si la respuesta proporcionada no es suficiente. Copilot también da la posibilidad de elegir entre tres estilos diferentes de conversación: más creativo, más equilibrado o más preciso.
La mayor diferencia con respeto a Google Search es que mientras los resultados de este último son una lista de enlaces a diferentes páginas web —incluido los contenidos patrocinados, que tanto revuelo y confusión están creando últimamente— los chatbots de IA proporcionan una única respuesta en forma de resumen de toda la información que han podido recopilar. Sin embargo, este aspecto es probablemente también el más problemático, ya que levanta dudas sobre la veracidad de la información. Para funcionar, estas plataformas de inteligencia artificial analizan extensos grupos de datos recopilados de internet, denominados grandes modelos lingüísticos, y posteriormente aplican algoritmos para producir respuestas lógicas, aunque no todas explican el proceso mediante el cual alcanzaron dichas conclusiones.
Además, incluso cuando proporcionan la fuente de la información —una herramienta presente solo en la versión de pago—, estas suelen ser aleatorias. Preguntado por el caso Koldo, en el que se ha visto implicado el exministro del PSOE José Luis Ábalos, ChatGPT contesta con tres párrafos de 250 palabras que ha sido redactado a partir de dos artículos de dos periódicos diferentes, muy distantes por su línea editorial. Si se intenta regenerar la respuesta, el segundo resultado resulta ser más amplio y con más fuentes (hasta cuatro periódicos diferentes).
Por otro lado, Gemini proporciona un resumen con claves del caso y actualización del día de la búsqueda. Al final del texto propone una serie de enlaces para ampliar la información, aunque en algunos casos se trata de vídeo de YouTube de creadores de contenidos. Para visualizar las fuentes de la respuesta es necesario pinchar en el icono del Google: de esta forma, las oraciones que han sido generadas a partir de unos artículos aparecen subrayadas. La respuesta de Copilot es la más concisa de todas —cuenta solamente con 150 palabras—, pero al mismo tiempo es la que más fuentes ha consultado: cada enunciado ha sido extrapolado desde una noticia diferente, y al final del texto aparecen más contenidos relacionados con el asunto.
Perplexity es el buscador que peor resultado ha proporcionado a la pregunta “qué es el caso Koldo”. La primera respuesta dice que se trata de un caso judicial, pero que sin tener más información sobre el tema, no es capaz de proporcionar detalles precisos. Luego cita al futbolista Koldo Aguirre Bidaurrazaga; a Koldo Larrañaga, hostelero que fue condenado por los asesinatos de la abogada Begoña Rubio y del empresario Agustín Ruiz; y finalmente a Koldo García, asesor del exministro Ábalos. Contrariamente a Gemini y ChatGPT, Perplexity no ha sido capaz de formular una respuesta en relación con el caso de actualidad que está acaparando las páginas de los periódicos.
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