La cocina continúa en constante reinvención. En los últimos diez años, la gastronomía mundial ha seguido en la onda de creatividad generada por la vanguardia tecnoemocional española. La libertad y el respeto a los ingredientes locales se ha incentivado, pero han surgido líneas de trabajo aderezadas de compromiso social y medioambiental. Y las cocineras han demostrado con hechos que el talento no tiene género.