Una habitación con vistas al comedor que se convierte en sala de cine con solo cerrar unas puertas correderas. Una cocina que hace las veces de office, o un pequeño estudio en una esquina del dormitorio. Rincones de doble y triple uso se entrelazan en esta vivienda repleta de luz y diseñada por el interiorista Gabriel Asdrúbal. La estructura original de hierro se ha respetado de manera escultórica, enfatizándola con el dominante amarillo Caterpillar que reina en la casa. La madera aporta calidez, mientras que variopintas obras de arte enriquecen las áreas neutrales con geometrías y juegos de texturas y colores.