BUCÓLICO Y POÉTICO si se emplea para sujetar una flor o un ramillete silvestre. Cálido e incluso sensual si en su lugar se pone una vela. Este aplique decorativo mural se puede usar como jarrón o como candelabro de pared. Pertenece a una extensa serie en la que hay otros modelos. El de la imagen es el Oval, con acabado en latón. Tiene el halo de un pequeño altar doméstico, a modo de ofrenda floral o rutilante. Cuesta 100 euros y es un diseño de los suecos Note Design Studio para la firma danesa Menu. También lo hay con formato redondo o hexagonal, en diferentes tamaños y con acabado en negro. Algunos de ellos se han diseñado específicamente para sostener candelas pequeñas. Y para evitar posibles accidentes, su esquemática antorcha contemporánea se separa de la pared. Lo hace de un modo tan sutil que, si se mira de frente, el ojo no puede percibirlo. Precisamente por eso se llama POV, abreviatura de point of view (punto de vista, en inglés).